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Cuando se trata de aplicar pasta térmica a la CPU, a menudo menos es más. Aplicar la cantidad correcta es crucial para una transferencia de calor eficiente y un rendimiento de refrigeración óptimo. En esta guía rápida, exploraremos cuánta pasta térmica debes usar y los mejores métodos de aplicación.

El método de la pasta térmica en puntos del tamaño de un guisante:
El método más comúnmente recomendado para aplicar pasta térmica es la técnica del «punto del tamaño de un guisante» o «grano de arroz». He aquí cómo funciona:
Comienza limpiando la CPU y la superficie de contacto del disipador para eliminar cualquier residuo de aplicaciones anteriores.
Coloca un pequeño punto de pasta térmica del tamaño de un guisante en el centro de la CPU.
Baja suavemente el disipador sobre la CPU y fíjalo en su sitio.

La presión al montar el disipador extenderá uniformemente la pasta térmica por la superficie de la CPU. Este método es sencillo, eficaz y minimiza el riesgo de utilizar demasiada pasta.

El método de la pasta térmica X:
Otro método que prefieren algunos entusiastas es el método de la «línea» o «X». He aquí cómo se hace:
Después de limpiar la CPU y el disipador, aplica una línea fina o en forma de «X» de pasta térmica por toda la superficie de la CPU.
Monta con cuidado el disipador en la CPU y fíjalo.

Este método puede funcionar bien si se trata de una CPU o disipador de mayor tamaño. Sin embargo, es crucial usar una línea muy fina o una «X» para evitar que el exceso de pasta se escurra al instalar el disipador.

El método de extensión (para usuarios experimentados):
Algunos constructores experimentados prefieren extender manualmente la pasta térmica por la superficie de la CPU. Este método consiste en aplicar una pequeña cantidad de pasta y utilizar una tarjeta de plástico o una herramienta especializada para crear una capa fina y uniforme.

Si bien el método de extensión puede ser eficaz cuando se hace correctamente, es más propenso a errores de usuario y puede resultar en una aplicación desigual si no se ejecuta con cuidado.

 

En resumen, cuando se trata de aplicar pasta térmica a su CPU, un poco va un largo camino. El uso de demasiada pasta térmica puede impedir la transferencia de calor y reducir la eficiencia de la refrigeración, por lo que es mejor errar en el uso de una pequeña cantidad. El método del punto del tamaño de un guisante es una opción segura y sencilla para la mayoría de los usuarios, ya que garantiza una distribución uniforme sin exceso de pasta.

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